(Catholic-Link).— «Second to None» es un corto de animación en stop motion ¡espectacular! Una producción increíble que además comunica a la perfección sin necesidad de diálogos. Cuando lo vi por primera vez de inmediato me vino a la mente todo el daño que se puede desencadenar cuando estamos llenos de envidia, de resentimiento, celos, rencor o egoísmo.
La historia se centra en dos hermanos gemelos que han sido rivales toda la vida. Los años ya han pasado y ahora son dos solitarios ancianos que viven en el mismo vecindario pero en distintas casas.
«Second to None» es un excelente recurso no solo para hablar de la envidia, sino de la incapacidad de alegrarnos por los logros de los demás y de querer ser dueños de las cosas a como dé lugar.
¿Qué sucede cuando la envidia y el rencor corroen el corazón?
Cuando algo nos produce envidia lo normal sería hacer a un lado esa horrible sensación y alegrarnos por el otro. Pero el problema está en dejar que la envidia se acomode, desempaque las maletas y se instale cómoda en nuestro interior.
Se convierte en una infección, un virus que lo daña todo a su paso. Y por si fuera poco nos deja cicatrices horribles, cambia nuestra manera de actuar, nos llena de ira, de malos pensamientos y en el peor de los casos, de sed de venganza.
Uno de estos hermanos comete el error de darle la mano a la envidia (y literalmente la pierde), mientras que el otro parece ni darse cuenta de que el único objetivo de su gemelo es deshacerse de él. ¿No es esto lo que ocurre cuando morimos de envidia? La otra persona ni cuenta se da, puede pasar toda la vida sin enterarse de que le guardábamos rencor.
Albergarla es solo una pérdida de tiempo
El final nos toma por sorpresa, por un momento pensamos ¿qué va a hacer este ancianito loco ahora que se quitó a su hermano de encima?, ¿cuál será su propósito en la vida ahora?, ¿no tendrá cargo de conciencia?, ¿o tal vez nació sin ella?
No ha dado más de tres pasos y se le acaba la dicha. Muere a manos de otra envidiosa que seguramente también lo persiguió durante un buen tiempo. La envidia es una inútil, no da tregua, anda por ahí suelta haciendo de las suyas y arruinando la vida de todo aquel que le abre las puertas. ¿La tienes tú hospedada en el corazón?
No hay final feliz, la envidia finalmente solo te daña a ti
Tal vez no terminemos literalmente muertos, pero sí muertos por dentro. Carcomidos y oscurecidos por estos sentimientos que no afectan a nadie más, sino a nosotros mismos. Si al ver este corto pensaste en alguien que te ha hecho mucho daño o en alguien a quien le guardas envidia, tal vez sea momento de reflexionar en estas preguntas:
¿Qué gano sintiendo envidia?, ¿me hace sentir bien este sentimiento?, ¿no me sentiría más tranquilo si suelto todos estos sentimientos negativos?, ¿llevo años guardando rencor?, ¿qué he obtenido hasta ahora albergando estos sentimientos?, ¿te alegras por los logros de los demás?, ¿no te sientes agotado de llevar esta carga?