(OFMJPIC).- Aun cuando los Museos Vaticanos permanecieron cerrados alrededor de tres meses a causa del confinamiento, continuaron los trabajos en su interior, entre ellos se encuentra la colocación de una obra que consta de varios paneles (políptico) hecha por un fraile franciscano. La creación se titula “Gólgota”, de fray Sidival Fila, brasileño y residente en Italia desde hace 25 años. Fr. Sidival es miembro de la fraternidad San Buenaventura en el Palatino, Roma. Ingresó a la Orden en Italia y fue ordenado sacerdote en 1999. Se convirtió en un artista muy conocido, gracias a sus bellas obras de arte, hechas de diferentes materiales y tejidos, con una variedad de técnicas de costura , utilizando muy a menudo objetos y tejidos reciclados.
Fue el primer religioso que expuso sus obras en la prestigiosa Bienal de Venecia y precisamente su trabajo para la Bienal ahora forma parte de la Colección Permanente de Arte Contemporáneo del Vaticano. Los Museos han elegido un lugar impresionante para “Gólgota”: la Sala de los Santos en el Apartamento Borgia, con sus magníficos frescos del siglo XV realizados por el artista renacentista italiano Pinturicchio. El contraste, en términos de color, concepto y textura, es impresionante y sugestivo. Fr. Sidival explica: “He colocado un antiguo crucifijo dentro de una obra muy grande, en la que la atención recae precisamente en este crucifijo suspendido. Cristo está claramente representado, pero el resto es abstracto. Incluso los dos ladrones están presentados de forma abstracta. En realidad, la obra no expresa la pasión, sino el drama de la pasión mediante el uso de aquellos objetos que hicieron tan sangrienta la última etapa terrenal de la vida de Cristo, como los clavos y las herraduras. Por otra parte, hay elementos florales, como si fueran el fruto de la pasión de Cristo”.
“Mi creación “Gólgota” está compuesta por ocho elementos, pero sólo uno de ellos presenta una escultura figurativa de la Santa Cruz. Los otros 7 elementos abren la puerta a la espiritualidad y a la trascendencia, pero no están directamente relacionados con una religión concreta, sólo quieren hablar a todos los credos y al corazón humano”.
Nuestra felicitación fraterna a Fr. Sidival, este extraordinario reconocimiento y honor es motivo de gran orgullo. Y más aún, representan un signo de esperanza y confianza en que la profundidad y la belleza de la fe cristiana pueden comunicarse realmente en términos contemporáneos que expresen el amor apasionado de Dios por la humanidad.